
La situación de «estado de alerta» proclamada en relación con la pandemia causada por el virus COVID-19 nos emplaza a tomar la decisión de cerrar por conciencia social. Los organismos competentes no pueden garantizarnos trabajar en condiciones de seguridad para nosotros ni para nuestros pacientes (mascarillas, gel desinfectante, material reutilizable…), por lo tanto, hasta que podamos hacerlo con la seguridad que la situación requiere, permaneceremos cerrados hasta nuevo aviso. Dado que es un cierre voluntario no vamos a percibir ningún tipo de ayuda por parte de la administración. Y como reflexión final: esperamos que las entidades financieras sean consecuentes y no se olviden de que fueron rescatadas con dinero público cuando lo necesitaron. Ahora somos nosotros los que necesitamos la ayuda.